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El martes 4 de agosto, a las 16 horas de Argentina y Uruguay (UTC-3), el Consejo Latinoamericano de Ciencias Sociales, la Fundación Friedrich Ebert, el IADE y el Grupo de Trabajo CLACSO Seguridad Social y Sistema de Pensiones organizan el Tercer Encuentro: “El desafío social en tiempos de pandemia. ¿Cambios estructurales en los regímenes de bienestar?”
Ponentes: Fernanda Raverta, Directora Ejecutiva de la ANSES. Simone Cecchini, Oficial a cargo División de Desarrollo Social de la CEPAL. Karina Batthyány, Secretaría Ejecutiva de CLACSO. Svenja Blanke, Representante Argentina FES y Directora de NUSO. Modera: Nicolás Dvoskin, Instituto Argentino para el Desarrollo Económico.
En la presente actividad, representantes de instituciones de gran envergadura e influencia, cuyo accionar se focaliza en alguna de las distintas dimensiones de la llamada cuestión social, abordarán estos nudos problemáticos. ¿Qué enseñanzas deja la crisis presente? ¿Cómo contrarrestar la incertidumbre recurrente de las crisis económico-sociales? ¿Qué impacto en las desigualdades de género ha generado la crisis sanitaria? ¿Qué rol están jugando las mujeres en la protección social? ¿Qué rol juegan las mujeres en el sostenimiento de la vida de las personas en contextos de crisis multidimensional? ¿Qué desafíos deben encarar los estados nacionales para fortalecer la cohesión social? ¿Es necesario ampliar el alcance de los llamados “bienes comunes” en beneficio del colectivo social?
A una larga historia de sucesivas crisis económicas, crisis financieras, crisis migratorias -entre otras- se suma ahora una crisis pandémica. Ellas han puesto sobre las espaldas de nuestras sociedades altas dosis de incertidumbres, volatilidades en la producción material e impulsos regresivos en la distribución del ingreso. La crisis pandémica en curso pone en jaque a los sistemas sanitarios a la vez que provoca una notable caída en el nivel de actividad y en el ingreso de las personas. Más pobreza y más desigualdad son dos corolarios principalísimos de la crisis presente que potencian los factores de disociación social y desafían la construcción democrática.
Por otra parte, la crisis contrapone como pocas veces las actividades con connotaciones superfluas de las actividades imprescindibles o verdaderamente útiles. Se hace evidente la incapacidad de los mercados para asignar recursos suficientes a un núcleo importante de éstas últimas. Así, mientras siguen acrecentándose efectos perniciosos en el bienestar de nuestras sociedades, la respuesta que organizan los estados nacionales parece requerir de una nueva institucionalidad, de una nueva jerarquía en la consideración de lo público, de una nueva concepción sobre los instrumentos que potencialmente pueden desplegar los regímenes de bienestar realmente existentes. |
