| Resumen: |
El presente informe se centra en cinco de
estas megatendencias: el cambio climático; los
cambios demográficos, sobre todo el envejecimiento
de la población; la urbanización; la aparición de las tecnologías digitales; y las desigualdades. Todas estas son el resultado de la actividad humana
y, como tales, pueden ser determinadas por decisiones humanas y elecciones de políticas.
Tres de estas (las tendencias demográficas, la urbanización y la innovación tecnológica) son manifestaciones del progreso humano y, por consiguiente, son “inevitables” y seguirán ocurriendo mientras los seres humanos continúen relacionándose e interactuando entre sí. Sin embargo, el cambio climático, la degradación ambiental y las desigualdades no son ineludibles; son más bien el resultado de rotundos fracasos de las políticas.
Esta distinción es esencial en la toma de decisiones de políticas que conduzcan a la consecución de la Agenda 2030, y no que nos alejen de ella. Las tres primeras megatendencias generan beneficios explícitos para las sociedades y economías; por lo tanto, no se las debe detener ni obstaculizar, sino más bien encaminar y moldear para maximizar sus efectos positivos y minimizar cualquier efecto adverso. No obstante, el cambio climático y la degradación ambiental no tienen ningún efecto positivo y deben ser revertidos. De igual modo, las crecientes y persistentes desigualdades tienen un efecto general negativo. Si bien algunas personas
pueden verse beneficiadas, muchas más se verán desfavorecidas, y el proceso menoscaba el desarrollo sostenible. Las desigualdades también deben corregirse. |