| Resumen: |
El siglo XXI se ha caracterizado por la tecnología enfocada al procesamiento de
datos en dispositivos electrónicos fáciles de trasportar y su interconexión, lo que ha
permitido el desarrollo de un mundo digital e incluso de incursión virtual.
Como ser humano me siento frente un futuro lleno de posibilidades, abrumador y
decadencia natural, la tecnología es la ventana a la información y conocimiento del
mundo, un océano de datos de todo tipo, que también me permiten ver que el planeta
está cambiando y que nuestra existencia podría verse vulnerada junto con las de
otras especies vivas.
El planeta tierra es un gran sistema donde interactúa materia y energía, dando
origen a diversidad y evolución; entenderlo es complejo porque una sola perspectiva
disciplinar no nos permitiría identificar cada una de sus partes, nuestros antepasados
en un principio percibieron el mundo holísticamente, con el tiempo se vio la
necesidad de construir áreas de conocimiento especializado, logrando así grandes
avances y marcando épocas. La literatura, la psicología, la economía, la física, la
química, la biología, etc. la lista es interminable y hoy los grandes avances de cada
área nos ayuda a identificar particularidades de este mundo y entenderlo, con la
obligación de que al ser conscientes de estas particularidades tenemos el deber de
actuar.
Es el caso del teléfono celular en la sociedad escolar visto como un fenómeno
complejo, no solo he podido percibir aspectos que se relacionan con su uso didáctico
o como distractor, entre muchas cosas que hemos encontrado en la Escuela Normal
Superior de México, la formación ambiental es un tema que poco se ha explorado;
siendo que el 95% de la población estudiantil de nivel secundaria en la Ciudad de
México tiene Teléfono Móvil, la educación no ha tomado un papel prevenido ante la
eminente generación de desechos y contaminantes que se generen cuando estos
alumnos decidan desechar sus dispositivo. |