Autor institucional : | CEPAL - OIT |
Autor/Autores: | Andrés Espejo |
Fecha de publicación: | Diciembre 2018 |
Alcance geográfico: | Latinoamericano |
Publicado en: | Perú |
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Resumen: | Este libro es un resultado más de la excelente colaboración entre la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL) y la Oficina Regional para América Latina y el Caribe de la Organización Internacional del Trabajo (OIT). En esta oportunidad, se aborda el tema del trabajo infantil. América Latina y el Caribe ha logrado en los últimos años reducir el trabajo infantil gracias a una acción sostenida y al esfuerzo compartido entre los gobiernos, organizaciones de empleadores y de trabajadores, la sociedad civil y la cooperación internacional. Entre 2012 y 2016, la región mostró una reducción de 17% en la tasa de trabajo infantil y de 35% en la de trabajo infantil peligroso. En otras palabras, dos millones de niños, niñas y adolescentes dejaron de trabajar en nuestros países en ese período. A pesar de las buenas noticias, los países de la región no deben bajar la guardia porque aún existen 10,5 millones de niños, niñas y adolescentes entre 5 y 17 años que trabajan, la mayoría de ellos en actividades peligrosas que les impiden completar su educación, que ponen en grave riesgo su salud y seguridad y que limitan el desarrollo de habilidades para insertarse adecuadamente en el mercado laboral. Se debe prestar especial atención a quienes están en mayor riesgo de incorporarse precozmente al trabajo: niños, niñas y adolescentes vulnerables por las carencias económicas del hogar, los deficientes niveles de protección social, la desigualdad y la pertenencia a grupos particularmente expuestos al trabajo infantil y sus peores formas, tales como los pueblos indígenas, las poblaciones rurales, la población afrodescendiente, los migrantes, las niñas y adolescentes mujeres y quienes residen en zonas de riesgo de desastres. Si bien el objetivo de prevención y erradicación del trabajo infantil ha estado presente, con diferentes niveles de prioridad, en la agenda política de la mayoría de los países de la región, la adopción de la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible, en septiembre de 2015, le dio un nuevo impulso y vigor a esta lucha, al incluir en el ODS 8 sobre trabajo decente y crecimiento económico, la Meta 8.7, que insta a adoptar medidas inmediatas y eficaces para “erradicar el trabajo forzoso, poner fin a las formas modernas de esclavitud y la trata de seres humanos, y asegurar la prohibición y eliminación de las peores formas de trabajo infantil, incluidos el reclutamiento y la utilización de niños soldado y, a más tardar en 2025, poner fin al trabajo infantil en todas sus formas". La complejidad del fenómeno, combinada con un escenario económico incierto para América Latina y el Caribe, llama a los gobiernos, empleadores y trabajadores, organizaciones de la sociedad civil y organismos internacionales, no sólo a redoblar los esfuerzos para evitar un retroceso, sino a definir estrategias más focalizadas, coordinadas e integradas para hacer frente a la persistencia del trabajo infantil, especialmente en sus peores formas. Avanzar hacia el cumplimiento de la Meta 8.7 implica no sólo reducir el trabajo infantil, sino alcanzar al menos otras 35 metas establecidas en los ODS1, que tienen fuertes vínculos e interdependencias en temas cruciales para la agenda de desarrollo de la región. No dejar a nadie atrás en el logro de esos Objetivos de Desarrollo Sostenible exige buscar formas imaginativas de cooperar entre los países y actores, poniendo en valor el conocimiento, la experiencia y la capacidad acumulada. En esa línea, 28 países2 de la región, con la participación de organizaciones de empleadores y de trabajadores, crearon la Iniciativa Regional América Latina y el Caribe libre de trabajo infantil, una plataforma que busca acompañar a la primera generación libre de trabajo infantil para el año 2025. La Iniciativa Regional propone un Marco Acelerador de Políticas Públicas que incluye estrategias que refuerzan los sistemas de protección social y educación centrados en la prevención y erradicación del trabajo infantil, articulando la intervención con los Ministerios o Secretarías del Trabajo. Dicho marco se basa en dos ejes de intervención: 1) la protección para retirar a las niñas, niños y adolescentes del trabajo infantil y el restablecimiento de sus derechos y 2) la prevención mediante acciones destinadas a identificar e intervenir oportunamente para interrumpir la trayectoria de trabajo infantil. El presente estudio, que se inscribe en el segundo eje, busca proporcionar evidencia empírica que sirva de base para establecer prioridades en las políticas nacionales y subnacionales dirigidas a la prevención y eliminación del trabajo infantil. Para ello, la Oficina Regional para América Latina y el Caribe de la OIT y la CEPAL desarrollaron conjuntamente el Modelo de Identificación del Riesgo de Trabajo Infantil, una metodología que, a partir de la información estadística existente en los países (encuestas, censos y/o registros administrativos) permite, por una parte, identificar los territorios más vulnerables al trabajo infantil y, por otra, estimar el peso de diversos factores asociados con el fin de definir qué acciones multisectoriales son más efectivas para interrumpir la trayectoria del trabajo infantil y, en el mediano plazo, reducir el indicador de manera sostenida. |