Autor institucional : | Vandebilt University |
Autor/Autores: | Amy Erica Smith |
Fecha de publicación: | Febrero 2014 |
Alcance geográfico: | Estatal y Nacional |
Publicado en: | Estados Unidos |
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Resumen: | La extendida práctica de enviar a los niños pobres a la servidumbre involuntaria como sirvientes domésticos o restaveks de Haití constituye una clara violación de la Declaración Universal de Derechos Humanos (UHDR) y de la Convención sobre los Derechos del Niño (CRC), a los cuales Haití forma parte. A pesar de estos acuerdos internacionales y las leyes laborales nacionales que prohíben el trabajo infantil, en 2014 se estima que 500.000 niños viven como restaveks, lo que conlleva a preguntar quién está trabajando dentro de la sociedad haitiana para poner fin a estas prácticas. Aunque la mayoría de los haitianos están de acuerdo en que el gobierno debe hacer esfuerzos para eliminar la servidumbre infantil, los niveles de apoyo varían dramáticamente en todo el país, y son más bajos en las regiones que envían y reciben restaveks. Por otra parte, los ciudadanos de piel clara (quienes son más propensos a recibir restaveks) y aquellos que padecen de inseguridad alimentaria (quienes a su vez tienen más probabilidades de enviar a sus hijos a trabajar), son menos propensos a apoyar tales esfuerzos. Además, quienes apoyan al actual sistema político y están apegados a su comunidad son menos propensos a apoyar la eliminación de la práctica. No obstante, la educación y la socialización democrática pueden contribuir a la evolución de las normas. |