| Resumen: | Durante las últimas décadas se han producido cambios notables
en el reconocimiento de los derechos de los pueblos indígenas y los
afrodescendientes, derivados de la activa participación política de estos
grupos. En el caso de los primeros, la Declaración de las Naciones Unidas
sobre los derechos de los pueblos indígenas, de 2007, se sumó al Convenio
169 sobre pueblos indígenas y tribales en países independientes, de
la Organización Internacional del Trabajo (OIT), para establecer un
estándar mínimo de derechos, obligatorio para los Estados; entre ellos
se destaca el derecho a la información. Precisamente la demanda de
datos sobre los pueblos indígenas y afrodescendientes ha quedado
plasmada en diversos foros nacionales, regionales e internacionales,
frente a la urgente necesidad de contar con una herramienta técnica y
política, tanto para el diseño y evaluación de programas como para que
las propias organizaciones indígenas y afrodescendientes ejerzan un
control sobre las acciones que les incumben |