| Resumen: |
En los últimos veinticinco años se duplicó la proporción de hogares monoparentales femeninos con presencia de hijos: en 1985, el 6,7% de las madres se hallaba sin una pareja estable, mientras en 2010 lo están el 14,7%2. A diferencia de lo que ocurría en el pasado, las familias constituidas por una madre sola con hijos a cargo no se originan a causa de la viudez del cónyuge, sino, principalmente, como resultado de la separación o el divorcio y la maternidad en soledad: el 54,4% de las madres solas lo está porque se separó o divorció, el 36,7% porque es madre soltera, y el 8,8% porque enviudó.
Una característica distintiva de las madres solas es su elevada participación laboral, similar a la de los hombres y muy superior al de las madres en hogares biparentales: en promedio, participa en el mercado de trabajo el 85,1% de las madres solas, el 98,5% de los hombres que conviven con hijos –cualquiera sea su situación conyugal–, y el 55,1% de las madres que están casadas o conviven con un cónyuge o pareja.
La mayor proporción de mujeres solas con hijos que participan en el mercado de trabajo responde a la necesidad ineludible de su ingreso laboral para el sostenimiento económico de sus familias. Ellas son las principales proveedoras monetarias de sus hogares, ya que aportan, en promedio, el 80% del total del ingreso familiar. |