| Resumen: |
La última década del siglo XX y los inicios del nuevo siglo, se han caracterizado por un especial dinamismo
en el ámbito educativo orientado a la transformación de los sistemas educativos de la región. La mayoría
de los países ha puesto en marcha reformas educativas que persiguen una mayor calidad de la educación
con igualdad de oportunidades para todas las personas. Es un hecho, que la rapidez de los cambios sociales,
económicos, culturales y tecnológicos plantean nuevas exigencias que obligan a los sistemas educativos a una
renovación constante para dar respuesta a las demandas y necesidades de las personas y de las sociedades.
En este marco, las innovaciones educativas se presentan como un espacio crucial para anticipar respuestas a
nuevos desafíos y generar nuevas soluciones a los temas pendientes.
Los estudios en torno a la innovación educativa, han permitido constatar que existe una gran actividad
innovadora en la región que es poco difundida y compartida entre los diferentes países. También ha puesto de
manifiesto la gran ausencia de procesos de sistematización, evaluación e investigación de las experiencias, lo
que dificulta optimizar los procesos de cambio y aprender de las experiencias.
A partir de estas constataciones, la Oficina Regional de Educación de la UNESCO para América Latina y
el Caribe ha decidido generar un espacio regional de reflexión e intercambio que permita la construcción colectiva
de conocimientos en torno a las innovaciones educativas. De este modo, en el año 2001 y gracias al apoyo
del Gobierno de España, se crea la Red Regional de Innovaciones Educativas para América Latina y el Caribe
(INNOVEMOS). Su propósito es promover la reflexión, producción, intercambio y difusión de conocimientos y
prácticas acerca de la innovación, y el cambio educativo que contribuye al mejoramiento de la calidad de la
educación en sus distintos niveles educativos, modalidades y programas.
Desde su creación, la Red viene realizando una intensa actividad de identificación, registro y difusión de
experiencias educativas consideradas innovadoras en tanto constituyen un aporte al mejoramiento de las prácticas
educativas; generan cambios en las concepciones, las actitudes y las prácticas educativas; son pertinentes
al contexto socioeducativo en que se desarrollan; suscitan cambios organizativos o curriculares relevantes
y, entre otras características, muestran capacidad para mejorar los aprendizajes de los alumnos.
A lo largo de estos años hemos recabado un número significativo de experiencias de innovación educativa
en diversos ámbitos temáticos que constituyen una fuente de aprendizaje significativo para quienes las
han desarrollado, pero también para quienes desean iniciar o están realizando prácticas similares. Esto nos
permite hoy asumir un nuevo desafío, analizar las experiencias de innovación educativa de un ámbito temático
específico con una mirada de conjunto, que trasciende la singularidad de cada una, de modo de poder extraer
lecciones aprendidas y recomendaciones que iluminen el desarrollo de nuevas innovaciones y de las políticas
educativas de la región. Este es el sentido de la colección “Innovemos” que hoy inauguramos.
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