Autor institucional : | UNICEF |
Fecha de publicación: | Febrero 2012 |
Alcance geográfico: | Internacional |
Publicado en: | Internacional |
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Resumen: | La primera infancia, que abarca el período de la vida del niño hasta los 8 años, es esencial para su desarrollo cognitivo, social, emocional y físico. Los acontecimientos que ocurren en los primeros años de la vida –e incluso antes del nacimiento– desempeñan un papel vital en la configuración de los resultados sociales y relacionados con la salud3. Asimismo, sirven de base para la construcción del capital humano, ya que unas niñas y niños sanos y ajustados socialmente tienen más posibilidades de convertirse en adultos económicamente productivos4. Durante la primera infancia, en el cerebro se establecen miles de millones de circuitos neuronales, altamente integrados por medio de la interacción de la genética, el medio ambiente y la experiencia. Contrariamente a la creencia popular, en los genes no está grabado de forma permanente el desarrollo del niño. Los genes determinan cuándo se forman los circuitos, pero la manera en que estos circuitos se desarrollan depende en gran medida de las experiencias de los niños. De este modo, aunque los factores genéticos ejercen una poderosa influencia, los factores ambientales tienen la capacidad de alterar los rasgos heredados de la personalidad5. Los primeros años son formativos porque el nuevo cerebro en desarrollo es muy plástico: su sensibilidad al cambio es mayor en la primera infancia y disminuye con la edad. Aunque las oportunidades para la adquisición de destrezas y la adaptación del comportamiento permanecen abiertas durante muchos años, tratar de cambiar el comportamiento o adquirir nuevas habilidades más adelante requiere un mayor esfuerzo. Debido a la influencia excepcional de las experiencias tempranas sobre la arquitectura del cerebro, los primeros años de vida suponen una gran oportunidad, pero también son más vulnerables. El desarrollo cerebral óptimo requiere un ambiente estimulante, unos nutrientes adecuados y una interacción social con cuidadores atentos6. |