Es un programa ejecutado por la ONG brasileña “Circo de Todo Mundo”, para visibilizar y erradicar el trabajo infantil y juvenil doméstico en Belo Horizonte, Minas Gerais, Brasil.

De acuerdo con los responsables del proyecto, en la sociedad brasileña existe un alto grado de arraigo y aceptación del trabajo doméstico infantil y juvenil, básicamente a causa de la pobreza. Según estimaciones de la OIT, aproximadamente 550.000 niños/as y adolescentes entre 10 y 17 años trabajan en el servicio doméstico en Brasil. Una medida del éxito de esta ONG es la presentación de proyectos de ley específicos contra el trabajo infantil doméstico ante la Asamblea Legislativa del Estado.

Cuenta con una red de aliados compuesta por 33 instituciones, de la sociedad civil, los empresarios y el gobierno, reunida en el Grupo Intermediario de Aliados (Grupo Intermediário de Parceiros, GIP), que junto a la ONG es responsable de la Campaña para la Erradicación del Trabajo Infantil Doméstico lanzada en 2003 en la ciudad de Belo Horizonte.

Para sensibilizar a la sociedad, el Circo de Todo Mundo realiza investigaciones, estudios, debates y campañas, movilizando a instituciones públicas, empresas y entidades representativas privadas, medios de comunicación e instituciones de
enseñanza. En el caso de menores de 16 años, se trabaja en red con el sector público y privado para generar ingresos a las familias de forma tal que las niñas o niños puedan abandonar el trabajo doméstico. Con las/los jóvenes trabajadoras/es, mayores de 16 años, la ONG intenta formalizar el trabajo doméstico remunerado y conciliarlo con la permanencia en el sistema educativo. La formalización del trabajo incluye el pago del salario mínimo con todas las prestaciones establecidas en la ley y disponibilidad para asistir a la escuela.

Los ámbitos de acción son los siguientes:

• Prevención: campañas informativas, actividades culturales y de generación de trabajo y renta para los menores de 16 años y sus familias.
• Erradicación: identificación de casos en que se viola la ley e implementación de medidas de legales de protección.
• Promoción: presentación de proyectos de ley específicos ante la Asamblea Legislativa, representando los derechos de las trabajadoras infantiles domésticas.
• Atención directa, incluyendo actividades de educación, recreación, capacitación, orientación jurídica y social.

En los dos casos se facilita el acceso a la salud, asistencia psicológica, servicios de orientación y apoyo socio-familiar, programas de alfabetización, y micro-créditos como alternativa para la generación de ingresos de las familias.

Desde su inicio, el proyecto ha contado con el apoyo de la Organización Internacional del Trabajo (OIT), y se ha convertido en un espacio para acoger, monitorear, apoyar y contribuir a la denuncia de la violación de los derechos de la infancia y juventud. Su centro de atención brinda posibilidades de recreación y capacitación a las y los participantes que incluyen actividades artísticas, una biblioteca y computadores con acceso a Internet. La metodología de la atención directa desarrolla, en conjunto con las/los niñas/os y adolescentes el protagonismo, la autoestima e iniciativa, la ciudadanía y la defensa de sus derechos.

Entre los resultados se destaca la asistencia de las 220 niñas y jóvenes atendidas al sistema de educación formal. Esta garantía del derecho a la educación abre una nueva perspectiva de vida a las jóvenes que trabajaban en el servicio doméstico remunerado.