Resumen

La empresa MINNETONKA, con el auspicio de la Prefectura Municipal, desarrolla desde 2004 un proyecto productivo que genera ingresos a partir de la producción de diferentes artículos, tales como lazos para zapatos.

Nuevo Hamburgo la capital nacional del calzado de Brasil. Esto pese al cierre de un número importante de industrias por pérdida de competitividad debida a la caída del valor del dólar y a la presencia de productos chinos con precios más bajos, pero continúa siendo la principal actividad económica de la ciudad y el  Estado.

La  fabricación de calzado  produce grandes cantidades de residuos, especialmente de cuero, que constituyen un serio problema ambiental y se acumulan  en entierros sanitarios. Además, generan pérdidas para las empresas y aumentan los costos.

Sumada esta situación a la persistente pobreza de la ciudad y de las familias de  sus operarios, MINNETONKA, una empresa pequeña, (10 operarios que fabrica calzado infantil), desarrolló un proyecto, en el contexto de responsabilidad social empresarial, que utiliza residuos del cuero de la empresa.

El programa intenta  contribuir al combate contra a la pobreza a través de la generación de empleo e ingresos de renta y aportar a la conservación y preservación del medio ambiente, minimizando los residuos de cuero que botan.

En locales cedidos por la Prefectura Municipal, operarios de MINNETONKA  capacitan a grupos de mujeres y hombres que tienen alguna vinculación a los trabajadores o a la empresa en la elaboración de pequeños lazos de cuero. Estos son diseñados especialmente y para su confección se utilizan los residuos de la misma fábrica.

Las capacitadas son personas mayores de cuarenta años, con bajo nivel de escolaridad, desempleadas, y/o madres “cabeza de familia”. Actualmente  participan 40 personas.

El proyecto genera ingresos a un grupo poblacional que enfrenta graves dificultades para encontrar trabajo en una ciudad  donde la oferta de mano de obra similar es abundante  a raíz del cierre de numerosas actividades relacionadas con la fabricación de calzado de cuero.
 
Tras ser capacitados, hombres y mujeres, trabajan en sus casas. Esto les permite atender sus responsabilidades hogareñas y de la empresa, que utiliza la red de comercialización de sus propios productos para la venta de los lazos. Se les paga por cada lazo que pase el control de calidad establecido por la propia empresa, R$ 0,60 (cerca de  US$ 0,35), con lo que el ingreso mensual del hogar ha aumentado en aproximadamente R$ 240, que equivale a casi un 50% del salario mínimo en Brasil en 2008.

A más de los efectos sobre contaminación y generación de ingresos, el proyecto tiene un enorme impacto en la  autoestima de estas mujeres que han  descubierto  habilidades que les permiten llevar dinero a sus hogares y mejorar las condiciones de vida de su familia.

Lo que hace realmente innovador a este proyecto es su simpleza. Por eso puede ser replicado en cualquier lugar y con diferentes tipos de materiales de desecho. Como en la mayor parte de las acciones de responsabilidad social empresarial, se beneficia la empresa que ya no tiene que pagar para botar los desperdicios, se beneficia la comunidad al reducir la contaminación y, claro, las mujeres que hoy generan un ingreso para sus hogares.