Resumen
El programa de Convivencia con la realidad semi-árida se inició en 2003 por iniciativa de Centro de Educación Popular y Formación Social (CEPFS), organización conformada por técnicos y miembros de la propia comunidad. Su objetivo es implementar un sistema de recolección de aguas lluvia para enfrentar el problema de semiaridez de la zona, mejorar la producción agropecuaria, desarrollar microempresas que procesen estos productos con el fin de aumentar los ingresos y calidad de vida de las personas a partir del uso sustentable de las potencialidades locales.
El CEPFS capacita a los agricultores (mujeres y hombres) de la zona, para que puedan hacer frente y salir de las condiciones de pobreza impuesta en gran parte por los cambios climáticos que han afectado la región. Es un programa integral que instala un sistema de recolección de aguas lluvia, preserva y desarrolla semillas más resistentes a las inclemencias del clima, crea modelos de producción agropecuaria, promueve iniciativas productivas a partir de las potencialidades de la región, y logra aumentar los niveles de educación y de ingreso de los miembros de las comunidades.
Utilizan el programa gubernamental mediante el cual los habitantes de la localidad que posean vivienda y terreno pueden recibir una financiación no reembolsable para construir una cisterna (depósito subterráneo para la recolección de agua lluvia). Esto ha permitido su construcción con el apoyo y dirección técnica del CEPFS.
Se crearon además los Fondos Rotatorios Solidarios, que con recursos semilla obtenidos mediante donaciones internacionales, han dado préstamos a los agricultores para atender necesidades tales como la construcción y mantenimiento de las cisternas, y servido para el mejoramiento de la producción agropecuaria, la atención de necesidades de vivienda o educación y sirven de contrapartida para los proyectos productivos.
Semejante al modelo de fondo rotatorios se ha creado un “banco de semillas”, del cual los miembros de la comunidad reciben semillas para sembrar, que devuelven al banco una vez recolectada la cosecha. El banco cuenta con semillas seleccionadas y con otros productos agrícolas que se almacenan en silos para el consumo de las familias cuando se ven afectadas por problemas de seguridad alimentaria.
Actualmente el proyecto trabaja de manera directa con 1.871 personas. Desde su creación ha beneficiado a cerca de 31.366 personas, en Teixeira, Maturéia, Desterro Cacimbas y Princesa Isabel. Son en total 33 comunidades, con 1.000 familias, que hoy trabajan con el modelo desarrollado por en Centro.
El acceso al agua tiene numerosos beneficios directos. Disponer de ésta en un lugar cercano a la vivienda y con condiciones sanitarias adecuadas ha implicado un enorme cambio en la vida y condiciones de trabajo de las mujeres. En algunos casos ellas debían salir de su casa en la madrugada y caminar hasta 10 kilómetros para obtenerla cargando un gran peso sobre su cabeza. Por otra parte, no siempre el agua que conseguían era potable, lo que ocasionada incluso la muerte de niños por enfermedades diarreicas. Así mismo han logrado desarrollar sistemas de producción agropecuaria con excedentes que no en pocas ocasiones procesan pudiendo así lograr mejores precios y por lo tanto incrementando el ingreso familiar y con ello sus condiciones de vida.
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