Resumen

Su objetivo es atender y acompañar, bajo libertad vigilada, a jóvenes infractores y a sus familias, a fin de lograr la construcción y concreción de un proyecto de vida que los convierta en personas útiles para sí mismos y para la sociedad. Es ejecutado por una organización sin fines de lucro que trabaja mancomunadamente con el sector judicial, así como con instituciones públicas: el Servicio Nacional de Aprendizaje Industrial de Brasil (SENAI) y el Servicio Brasilero de Apoyo a la Micro y Pequeña Empresa (SEBREA) para la capacitación laboral de los infractores y su ingreso al mercado de trabajo.

Hace cerca de 10 años, la ACM de Itapeva entró en contacto con la Fundação Estadual do Bem-Estar do Menor (FEBEM), organismo del Estado que aplica un modelo de atención con interacción atendido por personas externas al municipio, que enfrentaba dificultades en la reincorporación de estos jóvenes a la sociedad. Es así como la ACM de Itapeva propone un nuevo modelo, sin internación, y un trabajo directo con las familias de estos jóvenes. Para ello inicia sus actividades en 1998, en cinco municipios del Estado de Sao Paulo (Itapeva, Taquarivaí, Ribeirão Branco, Buri y Nova Campina).

El Juez de Derecho remite a la Asociación copia del proceso del joven infractor, información que es analizada por el equipo de la ACM. A partir de esta, se convoca al joven y a la persona que será su responsable. Esta persona pertenece a la propia comunidad, conoce sus costumbres y formas de vida, lo que facilita la atención y supera los problemas que enfrentaba la FEBEM. Durante la reunión con el joven, se le informa en detalle sobre sus obligaciones para entrar al programa y las consecuencias en caso de que no las cumpla. Se inicia entonces el diagnóstico de su situación y la de su familia a fin de determinar con precisión el programa de trabajo.

Mediante entrevistas individuales con el joven, se determina su vocación profesional y se entregan elementos para orientar su vida social, sentimental y familiar. Se inicia también el trabajo directo con las familias. Cuando el joven no vive en el núcleo familiar, se trata de crear espacios de acercamiento para lograr su reinserción en el hogar.

Los jóvenes son reintegrados en el sistema educativo o, según la edad, en procesos de capacitación laboral con miras a su inserción en el mercado de trabajo. Este proceso se ejecuta a través del SENAI y el SEBRAE. Así mismo, se promocionan el deporte y las actividades recreativas como parte de la nueva vida de estos jóvenes. En los casos en que es necesario, se cuenta con apoyo psicológico para el manejo de diferentes tipos de adicciones. También se realizan terapias grupales en ambientes lúdicos y recreativos, como paseos, en los que los grupos familiares y los jóvenes comparten sus sentimientos y experiencias. En las actividades familiares se incluye a las familias de los jóvenes internos en la FEBEM.

Este programa representa una propuesta innovadora, preventiva y curativa, donde se trabaja con los adolescentes y sus familias. El modelo tiene un porcentaje de reincidencia del 30%, todavía alto para lo que espera la Asociación, pero inferior al que existe en jóvenes bajo el programa de internación.