Resumen

El Proyecto “Sembrando el futuro en la comunidad indígena La María”, es una iniciativa de responsabilidad social corporativa diseñada y ejecutada por la Caja de Compensación Familiar COMFENALCO Antioquia, con la activa participación de sus empleados y desarrollada con el apoyo de la Generalitat Valenciana a través de la ONG española Petjades, la Gerencia Indígena, la Secretaría de Agricultura de la Gobernación de Antioquia y el Servicio Nacional de Aprendizaje -SENA.

El proyecto se inició en febrero del 2005 en el Resguardo Indígena Marcelino Tascón en el Municipio de Valparaíso en Antioquia Colombia, con el propósito de mejorar de manera directa la calidad de vida de 135 personas que integran a 30 familias. El proyecto, de igual manera, beneficia indirectamente  a 215 personas, para un total de 42 familias de la comunidad, quienes en 1.999 perdieron sus tierras y sus casas por una avalancha que los obligó a estar refugiados, durante 4 años, en una escuela en el Municipio de Valparaíso, antes de lograr adquirir nuevas tierras.

Con la ayuda de varios organismos públicos y privados, en diciembre de 2003 la comunidad logró adquirir terrenos propios y comenzó la construcción de viviendas provisionales. De igual manera dio inicio al cultivo de café y al trabajo esporádico en fincas vecinales como jornaleros, principales fuentes de generación de ingresos. Sin embargo, las ventas del café fueron muy bajas e insuficientes para cubrir las necesidades de las familias.

Ante esta situación, COMFENALCO Antioquia, en el marco de la celebración de sus 50 años de constitución, decidió promover un programa de apoyo a esta comunidad fomentando la donación voluntaria del 1% del salario mensual de casi 855 de sus empleados durante 2 años. Estos recursos, sumados a ayudas de la Caja y otras instituciones locales, nacionales e internacionales, permitieron constituir un capital semilla para la ejecución del proyecto.

En el suroeste antioqueño, las heliconias, de muy variadas características, se dan silvestres y dado el precio que estas flores tienen en el mercado nacional e internacional, se propuso a la comunidad desarrollar una empresa de producción y comercialización de las mismas.

Esta iniciativa fue aceptada por la asamblea del cabildo y en febrero 2005 se inició el proceso de formulación, en el que la comunidad siempre fue activa en su participación.

Han sido varias las actividades que se han llevado a cabo para hacer  realidad el cultivo y la comercialización de las heliconias. La primera actividad realizada fueron cursos de capacitación en suelos, cultivos, cosecha y poscosecha, cultivo de follajes, emprendimiento, planeación, contabilidad, trabajo comunitario, nutrición, resolución de conflictos, equidad y género, entre otros.

Por otra parte y a fin de contribuir a mejorar las condiciones nutricionales, se ha promovido la siembra de árboles frutales y cultivos de pancoger, cuyos excedentes son vendidos en el mercado.

Actualmente, la comunidad cuenta con un vivero en donde reproducen las diferentes plantas.  Además, se creó el beneficiadero, lugar donde se encuentran tanto mujeres como hombres para el embellecimiento de las flores y el arreglo de buquets para su venta, y un banco de herramientas e insumos comunitarios al cual tiene acceso toda la comunidad para su trabajo en la tierra.

Han sido un total 8.500 plantas de heliconias de 40 variedades plantadas y 9.150 plantas de follaje de 32 variedades; además se creó un fondo de ahorro comunitario que se alimenta con el 1% de las ventas de flores, follajes y otros productos y tiene como finalidad el desarrollo de proyectos programados para el bienestar de toda la comunidad del resguardo e incentivar la práctica y conciencia de la importancia del ahorro.

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