Proyecto: Del campamento al barrio

Un Techo para Chile (UTPCH) nació en 1997, promovido por un grupo de estudiantes universitarios, apoyados por el sacerdote jesuita Felipe Berríos, impactados por la dura realidad  de quienes viven en extrema pobreza en Chile, en particular en la zona sur del país.

Los alumnos que promovían la idea en esa época convocaron a universitarios de distintas carreras a participar de la construcción de 350 viviendas de emergencia, conocidas en Chile como “mediaguas”, en Curanilahue, región del Bio Bio. La convocatoria fue un éxito y jóvenes de diferentes universidades se sumaron a la idea. En ese momento, decidieron continuar con la iniciativa y se pusieron como meta la construcción de 2.000 mediaguas para el año 2000.  

El logro de la meta y la masiva aceptación del proyecto permitieron conseguir importantes aportes financieros de empresas privadas y donantes particulares. Con lo cual se ha hecho posible ampliar aún más la meta: Chile sin campamentos para 2010, fecha del bicentenario de la independencia de Chile. 

Gracias a la experiencia de muchos años, Un Techo para Chile elaboró un modelo de trabajo que posee tres ámbitos profundamente entrelazados.

El primero es la construcción de una “mediagua”, habitación construida en madera de unos 18 metros cuadrados, que se orienta a satisfacer una necesidad urgente y mínima para que las familias inicien un proceso de trabajo.

El segundo es la etapa de fortalecimiento del tejido social y mejora de otras condiciones de vida. Se llama etapa de  “habilitación social”, a través de la organización comunitaria, con “las mesas participativas de trabajo”, donde con la presencia de los voluntarios, los pobladores elegidos por la comunidad y un profesional de UTPCH, se toman las determinaciones más importantes del proceso de habilitación social.

Por ejemplo, se diseña y gestiona un futuro proyecto de erradicación del campamento, pero también se atienden y buscan soluciones permanentes a problemas relacionados con el acceso y la calidad de la educación, la salud o los espacios públicos. En este marco se llevan a cabo procesos de reforzamiento educativo para los niños y niñas, vinculando a las familias de manera permanente con las redes formales del Estado (salud, jurídicas, educacionales). Se insta, cuando los pobladores así lo desean, a inscribirse en capacitaciones en oficios y a desarrollar microempresas acompañadas de micro créditos.

La tercera etapa es la de la construcción de la vivienda definitiva. En esta,  UTPCH conforma un equipo multidisciplinario de profesionales que participan formalmente como Entidad de Gestión Inmobiliaria Social (EGIS). Esta cubre la gestión completa, desde la búsqueda de terrenos hasta la entrega definitiva, organizando a los postulantes y representándolos frente de las demás instituciones.

En el 2007, UTPCH trabajó con 44.000 personas, y hasta la fecha se ha construido 30.000 mediaguas en todo el país, 7500 pobladores han sido capacitados en oficios básicos, se encuentran funcionando 30 bibliotecas en campamentos, 15.000 voluntarios participan anualmente en la construcción de mediaguas y 1.500 trabajan durante todo el año en campamentos de manera permanente.

Se trata así, de un programa de atención integral en la lucha contra la pobreza y la exclusión social que se inicia con la mediagua y termina en barrios con comunidades sustentables. 

El éxito de este innovador proyecto radica en la forma en que se aborda el trabajo por la lucha contra la pobreza, con estudiantes voluntarios.

Es una manera no asistencialista de sacar a las personas de su condición de pobreza dándoles la oportunidad de hacerse protagonistas de sus logros y avances. Se trabaja según lo que los pobladores realmente quieren y pueden realizar. Esta forma completamente nueva de enfrentar el tema es sin duda un progreso y ha permitido que este proyecto se haya replicado con el nombre de Un Techo para mí País en 14 países de la región.