Proyecto: Abuelas cuentacuentos

Abuelas Cuentacuentos promueve la tradición de la lectura intergeneracional en la primera infancia como práctica cultural que transmite valores estético educativos y genera, en el más largo plazo, una mayor demanda de lectura y bienes culturales. A su vez, para las abuelas voluntarias es una oportunidad dar un nuevo significado a su papel en la comunidad, propuesta que incluye disfrutar el placer estético e intelectual y el ejercicio de la solidaridad.

Una encuesta del Ministerio de Educación de Argentina detectó los bajos niveles de lectura del país. El 46% lee muy poco y el 36% prácticamente no lo hace. Paralelamente, personeros de la Fundación Mempo Giardinelli conocieron una práctica alemana donde adultos mayores voluntarios leen a personas hospitalizadas, bajo la óptica de que la compañía y la lectura mejoran las condiciones de salud.

En 2000 la Fundación inicia una experiencia piloto para detectar la posibilidad de conseguir abuelas voluntarias que desean participar en la propuesta y tantear la aceptación de las escuelas para entrar en el programa. Recibieron más voluntarias de las que esperaban. A su vez, las escuelas acogieron con entusiasmo a las voluntarias que iban a leer con los estudiantes. Los maestros, en lugar de oponer resistencia, expresaron que las actividades de lectura ayudan a aumentar la motivación de los estudiantes.

El programa funciona en varias etapas:
• Convocatoria abierta al público para invitar abuelas a participar
• Selección de materiales literarios y teóricos sobre la narración oral y la lectura
• Reuniones con las abuelas voluntarias para conocer sus expectativas y explicarles qué se espera de ellas
• Creación y mantenimiento de las bases de datos de abuelas Cuentacuentos, y capacitación a las abuelas.

Una vez cumplidas estas etapas, son las propias abuelas quienes entran en contacto con las escuelas y en acuerdo con la dirección de la misma, establecen el cronograma de visitas y la forma de trabajo.

A partir de este momento, la Fundación establece un canal de comunicación permanente con las abuelas para apoyarlas en lo que requieran para desarrollar su labor. Además, recoge y sistematiza sus evaluaciones para analizarlas con ellas mismas y promover cambios cuando es necesario. Cabe destacar que uno de los aspectos de gran importancia que se modificó
en las primeras fases de implementación fue la forma de relacionarse con las instituciones educativas. En el modelo piloto, la Fundación hacía los primeros contactos con las escuelas e intentó programas las visitas y coordinar las actividades, lo que ahora hacen las mismas abuelas.

El Programa sólo en Resistencia tiene aproximadamente a 60 voluntarios que atienden cada semana con lecturas a alrededor de 16 mil niños en más de 60 instituciones escolares o comunitarias. También en hospitales, adultos en
geriátricos y en escuelas para adultos, institutos de menores, cárceles, etc. También hay que destacar que este programa ha transferido gratuitamente los saberes de este sistema a más de 20 ciudades del Nordeste Argentino y de Latinoamérica. En estas ciudades la Fundación acompaña y respalda a más de 200 voluntarios que llegan a atender semanalmente a más de 60 mil niños.